lunes, octubre 21, 2024

tercera carta a mi papá

Hoy fuimos a seleccionar el nicho donde vas a descansar. Tu muerte nos agarró tan de sorpresa que no supimos reaccionar rápido, pero ya está. Espero te parezca bien.

Más tarde cuando estuvimos rozando el rosario me puse a lloriquear un poco. La señora dijo que me razgó el alma:

 "¡Dios mío! tu te has llevado la persona que más amaba en éste mundo; Me has privado de ella para siempre; ..."

Y no pude contener mis lágrimas porque es cierto. Te quería tanto, sin darme cuenta siquiera. Y te extrañaré cada día de mi vida.

Después del rosario se acercó tu hermano a contarme cosas de ti. Cosas que más o menos sabía.
Que vendiste leche cuando estabas en la primaria, que te ganabas 10 pesos y que generalmente lo hacías durante la época previa a día de muertos. Vendías 60 litros y que usualmente ibas camino a Xalt*** a vender la leche y que vendías todo en dos horas.

Me contó que tuviste un vocho. Que llegaste a la ciudad a vivir con familia. Que viviste en Lindavista, luego en Tacuba, luego en Cuautepec y ya cuando pudiste trabajar compraste la casa.

Que fuiste el primer ingeniero del pueblo.

Quería saber más y más pero a cada cosa que escuchaba me daban ganas de llorar.

Siempre estuve muy orgulloso de ti. De lo que fuiste como hijo, como hermano, como persona, como esposo y como papá. Y cada historia que escucho de ti me refrenda lo admirable que eras, lo excepcional que fuiste.




No hay comentarios.: